No busques y encontrarás

Acabo de tener una conversación con un amigo. Alguien que siempre está buscando algo. Espero que, si lee esto , no le importe que os hable de este tema pues es algo que nos afecta a muchos y, yo escribo este blog para tratar de ayudar y aportar una visión distinta en la medida de lo posible.

¿Siempre estamos buscando algo? Creo que la inmensa mayoría de nosotros, sí, y me incluyo en ocasiones, pese que que trato de seguir otros preceptos, a veces me puede mi condicionamiento social.

No se consigue nada si siempre estás esperando algo. Si tu mente mente siempre está buscando algo, jamás lo vas a encontrar. Creerás que lo has encontrado y te sentirás realizado y feliz, pero al poco tiempo, tu mente decidirá que tiene que seguir buscando y dejará de lado lo que ha encontrado, pues ya no es lo que quiere... ahora quiere otra cosa y cuando la encuentre, se repetirá el proceso, así una y otra vez... Jamás encontrarás nada, jamás tendrás nada... lo creerás a veces, pero no será cierto, tu mente, ansiosa, no dejará que se convierta en algo duradero y cierto. No puede permitirlo, tiene que seguir buscando más y más. Siempre te sentirás defraudado y nada cumplirá tus expectativas. Vaya vida, ¿no? Siempre habrá polvo en tus manos, restos de lo que pasó y se fue por que querías otra cosa. Jamás conseguirás quedarte con nada...

Pero ¿por qué no eligimos el otro camino? ¿Qué hay de malo en atesorar aquello que nos gusta, aquello que nos produce alegrías? Guardar esas cosas en un rinconcito de tu vida para de vez en cuando mirar allí y decir: vaya, que bien estoy al ver o sentir eso...

En el momento en que dejemos de buscar, no vendrá todo a nosotros, no, porque ya estaba con nosotros, ya estaba a nuestro alrededor pero no nos dábamos cuenta pues queríamos otras cosas.... En el momento en que dejemos de buscar, en el momento en que nos dejemos llevar, veremos todo lo bueno que podemos tener -ojo, también lo malo- pero nuestro criterio para tomar decisiones ahora no estará nublado por las dudas, estará despejado y listo para decidir.

No confundáis lo que estoy diciendo con dejar pasar la vida sin más, con aceptar todo lo que nos venga encima sin más. Si contraéis una enfermedad grave, no la aceptéis, está contra vosotros, lucháis hasta vencer o morir; pero, si por el contrario, algo bueno se topa con vosotros, no lo rechacéis para buscar otra cosa, en vuestra vida cabe mucho, cabe de todo... lo bueno, claro -los que metéis también lo malo, tenéis un problema peor que el que hablamos aquí.-

Dejaos llevar, como una hoja en el río, no lucha, ya verá que hacer cuando pare, hasta entonces se deja llevar. Id de aquí para allá pero no tocando las cosas buenas que os vienen y dejándolas pasar; tocándolas y quedandoos con un poquito de ellas o con todo... y cuando un día os paréis y miréis vuestras manos, no habrá polvo en ellas, habrá muchas cosas buenas, habrá de todo -no hablamos de cosas materiales ni avaricia- y os sentiréis plenos pues, sin buscarlo, habéis encontrado todo...

Los que siempre esteis buscando, negareis todo esto, como es evidente; otros direis que no se puede cambiar. A los segundos os digo, que se puede, no es fácil -¿quién dijo que todo este asunto de la existencia lo era?-; a ambos que lo intenteis, a los primeros os doy un consejo: no os mireis las manos en el futuro, a nadie le gustar ver el polvo de lo que ya no está...