20080213

Experiencia. Hasta donde no quería llegar.

Hasta ahí mismo llegué un día sin darme cuenta.

Desde hace mucho tiempo, mucho antes de que hiciese cursillo sobre ello, ya practicaba la relajación. A mi manera, todas las noches, al acostarme, dejaba la mente en blanco y me relajaba poco a poco, sin llegar a dormirme, para después descansar mucho mejor. Utilizaba y utilizo mi propia técnica que no dista mucho de las que me enseñaron en los cursillos.

Una noche como cualquier otra, inicié el proceso de relajación pero a los pocos minutos, me quede en "negro". Durante una relajación, no pierdes la consciencia, sabes en todo momento que te estás relajando, pero en ese momento, recuerdo que todo se torno negro y hubo un espacio de tiempo perdido. Al regresar, por decirlo de alguna manera, la angustia, la desorientación y una sensación de desasosiego que no había experimentado antes eran señal de que algo no había ido bien. Mire el reloj y comprobé que sólo habían pasado 10 minutos, no me había dormido, de eso estaba seguro.

El primer día del taller de relajación, le plantee el caso al profesor, estaba seguro de que el podía darme alguna indicación, aunque yo ya había sacado mi propia conclusión de lo que podía haber sucedido.

El profesor me dijo que, aparentemente, tenía mucha facilidad para entrar en estados de relajación y que había descendido muchos niveles muy deprisa, llegando a un lugar donde mi mente no estaba dispuesta a llegar, por lo que me había sacado de forma brusca de la relajación causando el estado posterior. Le dije que no había vuelto a sucederme, él dijo que eso era por que la mente ya sabía hasta donde podía llegar.

Ahí quedó la cosa hasta que volvió a suceder, esta vez de manera mucho más inquietante. Durante una relajación en el propio taller, noté como una especie de "golpe en la consciencia", como si algo me quisiese arrancar de la silla donde estaba sentado, pero no perdí la consciencia, aguanté y terminé la sesión de relajación. Estaba temblando, sin fuerzas y con un susto monumental. Al finalizar la clase, se lo comenté al profesor y me hizo una pregunta: ¿sabes lo qué es un viaje astral? Era esa la conclusión a la que yo había llegado. Todo parecía indicar que lo que había sucedido podía ser el inicio de un viaje astral.

En un viaje astral, existe la llamada "barrera del miedo", los que inician voluntaria o involuntariamente un viaje, notan un miedo terrible justo antes de que inicie, y salen bruscamente del estado si no superan esa barrera.

¿Es posible que yo mismo me hubiese inducido un viaje astral, ayudado por mi facilidad para relajarme? No lo sé, pero desde entonces, me ando con un poco más de cuidado durante las relajaciones. Se lo que es un viaje astral y no tengo, por el momento,  ni la más mínima intención de realizar uno, voluntariamente al menos.

Ah! ¿Que tú no crees en eso de los viajes astrales? Pues, tranquilo que no hace falta para que otros si que lo crean ;)

Buenas noches.

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